Volamos
Volamos para que puedan tocar las nubes. Para sorprenderlos, y recordarles que no hay condición estática en la vida. Que sepan que no hay límites ni imposibles, volamos para imprimirles fortaleza y conectarlos con el deseo de superación.
Volamos para construir valores.
Programa de asistencia motivacional a niños y adolescentes víctimas de bullying y/o en riesgo de exclusión social.
Una iniciativa destinada a generar más que momentos felices.
PARA QUE Y POR QUÉ VOLAMOS
Crecer inserto en condiciones sociales desiguales, en entornos familiares disfuncionales o directamente sin un entorno familiar, o siendo víctima de bullying, representa un desafío adicional para miles de adolescentes que luchan por convertirse en los adultos del mañana.
Un programa único en el mundo
Volamos nace con el objetivo de generar un espacio colaborativo junto a las organizaciones que trabajan día a día con este colectivo, proponiendo un programa de apoyo motivacional único en el mundo.
Una etapa crítica
La adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo de cualquier individuo. Durante este período, los jóvenes atraviesan una serie de cambios físicos, emocionales y sociales que, de por sí, pueden resultar estresantes. Lamentablemente, uno de los problemas más preocupantes que enfrentan muchos adolescentes es el bullying, un fenómeno cada vez más frecuente en colegios, institutos y entornos sociales, con consecuencias psicológicas devastadoras.
Llamado a la acción
El entramado privado, empresarial y los medios de comunicación estamos llamados a actuar. Es imprescindible que, además de los excelentes programas de identificación y acompañamiento existentes, surjan iniciativas centradas en darle la vuelta al problema, especialmente desde la mirada de quienes lo padecen.
Fortalecer desde adentro
Necesitamos propuestas que fortalezcan la autoestima de estos jóvenes y les ayuden a sentirse especiales. Por eso Volamos: para premiarlos, colocándolos en primer lugar.
Del dolor al reconocimiento
Tanto el bullying como las condiciones específicas que colocan a un adolescente en situación de riesgo social tienen en común una percepción compartida: sentirse disminuidos, frágiles y forzados a sobrevivir en un entorno hostil y duro.
Llevar a estos jóvenes desde esa posición de invisibilidad hasta un lugar de reconocimiento, donde sean seleccionados y premiados, tiene el potencial de activar un “músculo asertivo” y generar en ellos un cambio de paradigma que impulse su desarrollo en la dirección correcta.
Y no menos importante, tiene el poder de actuar como un efecto propagador, sembrando y difundiendo un mensaje necesario y urgente: lo que la sociedad premiará siempre serán los valores correctos
PREMIAMOS LO CORRECTO
La Solucion
TRABAJAR JUNTOS
Entidades públicas, sector privado, fundaciones y medios de comunicación.